El 14 de septiembre de 1485 Pedro Arbués, inquisidor de Aragón, sufrió un atentado por parte de ocho sicarios en el altar mayor de la Seo de Zaragoza que le costaría la vida tres días después. El tribunal de la Inquisición condenó por este crimen a varias personas.Nosotros vamos a reabrir el caso y para ello vamos a recopilar algunos datos:
Di quien es Pedro Arbués
San Pedro de Arbués, nació en Aragón (España) en 1441.Como tenía muy especiales cualidades intelectuales, sus padres lo enviaron a estudiar a la famosa Universidad de Bolonia, donde impresionó a superiores y compañeros, por la exquisita amabilidad de su trato y el rendimiento excepcional en los estudios.Habiéndose graduado de doctor en ambos derechos, volvió a España y allí fue nombrado Canónigo o monseñor de la Catedral de Zaragoza.Fue encargado luego de defender la religión católica contra los herejes que querían enseñar doctrinas falsas. Estos trataron de sobornarlo ofreciéndole grandes cantidades de dinero si dejaba de oponérseles. Como no lo lograron, pensaron en matarle. Se salvó de varios atentados.Había gente que le decía que se consiguiese un guardaespaldas pero él, les respondía: "¿Para qué? Si muero asesinado, muero por defender la fe católica. ¿Qué mayor honor puedo esperar?"Varios herejes se juntaron con los judíos más anticatólicos de Zaragoza y se propusieron atacar al santo cuando fuera a la catedral a orar. Sabían que cada noche entraba al templo y se arrodillaba por bastante tiempo a rezar.Y el 14 de septiembre de 1485, estando él de rodillas rezando salieron los asesinos que se habían escondido en la oscura catedral y lo asesinaron.Sus últimas palabras fueron: "Muero por Jesucristo. Alabado sea su santo nombre". El pueblo que conocía la gran amabilidad y la santidad de vida de este sacerdote reaccionó violentamente, y si no hubiera sido porque el Señor Arzobispo salió a las calles a defender a los herejes, esa misma noche los habrían linchado a todos en la ciudad.El autor intelectual del crimen se suicidó en la prisión. Los autores materiales fueron sentenciados a muerte.
Di cual era la situación de la Inquisición en ese momento en la Península
Creación de la inquisición moderna, que es un organismo de investigación religiosa pero dependiente de la Corona por concesión del Papa Sixto IV a los reyes de Castilla en 1478, no de los obispos como en la Edad Media. Podía investigar y castigar las desviaciones religiosas de los cristianos, no de los mudéjares (musulmanes), ni de los judíos de religión. Pero sí de los conversos. Se descubren desviaciones, en especial las de los judaizantes, o falsos conversos del judaísmo. La Inquisición empleaba los inadmisibles métodos de dureza propios también de la época renacentista, como la tortura y la muerte en la hoguera.
Indaga cual es la situación de la Inquisición en Aragón en esa época y como es recibida en Zaragoza y Teruel.
Como no era muy buena la situación aprovecharon, tanto la Corona como la Inquisición, el asesinato de Pedro Arbués para descalificar a los conversos como conspiradores, y así vaciar de contenido algunos principios forales a favor de la fe, y dotar de reconocimiento y legitimidad al tribunal de la inquisición. Por eso entre los años 1485 y 1487. Nueve personas fueron ejecutadas, aparte de dos suicidios, trece quemados en estatua y cuatro castigados por complicidad. Entre ellos destacan: Juan de Esperandeo, Vidal Durango, Luis de Santángel, Jaime Montesa, Juan de Pero Sánchez, arrendador del General, Alfonso y Guillen Sánchez, hermanos del tesorero general, Gaspar de Santa Cruz, García de Moros, Martín de Santángel, Sancho de Paternoy, Domingo Lanaja, Francisco de Palomar y Pedro de Almazán.
Indica a qué colectivo pertenecen las personas que fueron juzgadas como culpables y señala qué razones podrían tener aquellas personas que fueron condenadas como instigadores del asesinato para inducirlo.
Los asesinos eran judios conversos los cuales entraron en dos cuadrillas, una por la puerta mayor y otra por la puerta de Pabostria, Juan de la Abadía y Vidal Durango le rodearon por detrás del coro, y Vidal le dio una gran cuchillada en la parte posterior del cuello, y luego salió huyendo; Juan que estaba cerca, arremetió contra él con la espada desenvainada y le dio dos estocadas mientras decía el inquisidor: "Loado sea Jesucristo que yo muero por su santa fe". Entonces tomó el cuchillo para rematarlo y viendo que estaba largo en el suelo le dio por muerto.Aunque en Aragón no se dio la costumbre de colgar a los reos, una vez muertos, de techos y paredes de iglesias, sí se hizo en el caso de los asesinos de Arbués, cuyos cuerpos fueron expuestos en la Seo, más tarde quedaron sus nombres y, hasta principios de nuestro siglo, se podían contemplar sus espadas.Después de este breve relato de lo que sucedió voy a explicar las razones que podrían tener: sus razones eran que si mataban a Pedro Arbués la inquisición se vería afectada por lo que se verían obligados a modificar la inquisición y así los grupos reducidos que eran los verdaderos afectados por la inquisición tendrían más “tranquilidad”.
Indica que argumentos podrían tener a su favor los condenados.
Se podría decir que los argumentos a favor fueron que la Corona paralizó las actuaciones del Tribunal al llegar a un punto determinado en que de proseguir hubiera afectado algunas instancias de la administración; bastaba con dar ejemplo en la cabeza de algunos condenados y debilitar el frente opositor que se había labrado tiempo atrás, privándole de cualquier argumento de peso.
Señala qué otros colectivos sociales de la ciudad podrían ser sospechosos de instigar el asesinato y qué razones podrían tener.
Herejes, moriscos y protestantes puede que fuesen otros sospechosos ya que todos estos grupos también se veían perseguidos por la inquisición.
Di qué consecuencias tuvo el asesinato de Pedro Arbués y quiénes salieron beneficiados y perjudicados con ello.
Los beneficiados fueron los de la inquisición ya que tenian “un motivo” más para perseguir a los herejes, moriscos, judios conversos, protestantes… Y por supuesto los perjudicados todos estos grupos que al matar o haber apoyado la muerte de Pedro Arbués habían soñado con cambiar la Inquisición.
lunes, 12 de enero de 2009
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